Suspendida del techo se encuentra la instalación Swinging Spiral (espiral oscilante, 2010). Al igual que su homólogo (Swinging Curve, 2009), perteneciente al otro itinerario de la exposición, este túnel -en forma de espiral- cuelga a unos milímetros del suelo, con lo que se mueve constantemente, aunque de manera casi imperceptible, generando así una sensación de distorsión. El diseño de ambas obras se basa en una formula matemática: al avanzar por Swinging Spiral el espacio va reduciéndose de modo contra exponencial al incremento de la altura. Al final, el visitante desemboca en una zona oscura y escondida, alta, pero de dimensiones reducidas.