La investigación artística de Asier Mendizabal se asienta sobre la complejidad de la cultura vasca, caracterizada a lo largo del siglo XX por una sólida tradición de escultura abstracta y de rebelión en su lucha continua por el reconocimiento de su especificidad cultural y de su entidad territorial (que abarca zonas de España y Francia). En su trabajo el artista se mueve constantemente entre esos dos elementos constitutivos, usándolos desde un ángulo formal pero también político y reflexionando sobre el significado de las formas y su naturaleza potencialmente subversiva.
Las cinco fotografías que conforman Untitled (Forcole) ejemplifican la esencia de la obra de este artista: esta serie de primeros planos teatralmente escenificados de fórcolas —los característicos escálamos de las góndolas venecianas— explora la cualidad escultórica de un objeto cuyo diseño está totalmente basado en su función pero que, extraído de su contexto, se asemeja a una moderna.