Y este viaje finaliza fuera del edificio, en los Jardines de Pereda donde se encuentra 7,8 Hz, una instalación site-specific encargada por la Fundación Botín a Carsten Höller, consistente en la modificación de las fuentes de luz constantes que iluminan el parque, transformándolas en una frecuencia de luz parpadeante. El título de la obra (7,8 Hz) hace referencia a una frecuencia exacta de intermitencia de luces también conocida como «resonancia Schumann». Se trata de la misma frecuencia que se registra en el campo electromagnético de la Tierra y, casualidad o no, es también una frecuencia muy potente que se utiliza en la modulación de ondas cerebrales y que, en el ser humano, estimula los niveles de hormonas de crecimiento y el flujo sanguíneo cerebral, induciendo a un estado de consciencia profunda. La instalación funciona cada hora durante 3 minutos, desde el atardecer hasta el amanecer. El horario cambia con el del funcionamiento del alumbramiento público, y empieza una hora después de la puesta en marcha de las farolas.