Presentación
La investigación iniciada en 2011 por Manuela Mena evidencia la singularidad de su estilo y de sus modelos, su capacidad técnica, la belleza del trazo, la sutileza de las aguadas, el manejo excepcional del lápiz negro y de la sanguina alcanzan en Murillo las cotas más altas de todo el dibujo español del siglo XVII.
Con ocasión de la exposición celebrada en la sala de la Fundación Botín en 2012 se reunión un excepcional y numeroso conjunto de dibujos del artista, que permitió descubrir aspectos de las obras de Murillo que ayudaron a encontrar la línea perdida de su procedencia, así como la división palpable entre los dibujos independientes e ideas preparatorias de los que pertenecieron a un álbum y se debían de clasificar como copias o réplicas de sus composiciones. Se hizo necesaria una revisión exhaustiva de todos los dibujos conocidos y el trabajo fue laborioso, arduo y difícil, ya que implicaba un cambio total de lo expresado hasta entonces.
A pesar de que Murillo fue un asiduo dibujante, plenamente consciente del papel fundamental que jugaba el dibujo en la creación pictórica, sólo han llegado a nosotros algo más de un centenar de dibujos, que si bien resultan escasos en el conjunto de la producción del artista, ponen de manifiesto su faceta de dibujante excepcional y tienen un valor único para el estudio estilístico del maestro, la identificación de autorías y la cronología de su obra.