• De la mano de la artista, educadora y gestora cultural Laura Escallada, los participantes podrán adentrarse en la exposición Roni Horn: Me paraliza la esperanza en modo “Wu wei”, el concepto taoísta que define “el no hacer”.
• Además, los Amigos del Centro Botín y sus familias podrán conocer la obra de Horn en una inauguración muy especial organizada para este tipo de público.

En su programación para los próximos días, el Centro Botín ofrece distintas propuestas para acercarse a Me paraliza la esperanza, la nueva exposición de Roni Horn recientemente inaugurada. La muestra, que abrió sus puertas al público el pasado 1 de abril, comprende tres décadas de trabajo de la artista estadounidense, además de presentar también una nueva serie de sus icónicas piezas de vidrio. Para apreciar realmente esta exposición, una muestra que habla de cómo las personas y su entorno cambian constantemente y de la relación de la artista con la naturaleza, desde el centro de arte de la Fundación Botín en Santander han creado distintas actividades. Así, este sábado, en dos sesiones a las 11:00 y 12:30 horas, tendrá lugar la visita-experiencia “Viaje en Wu Wei”, el término taoísta que define el no hacer. En esta actividad, el Centro Botín propone regalarse una hora para profundizar en la obra creada por Roni Horn de la mano de Laura Escallada -artista, educadora y gestora cultural que, al igual que Horn trabaja la quietud y la contemplación como herramientas creativas para llevar a cabo sus obras-. Los participantes se pasearán contemplando Me paraliza la esperanza y aprenderán y registrarán su vivencia, lo que les servirá para entender la forma de crear de la artista.

Como ya viene siendo habitual, los más pequeños de la casa podrán descubrir Me paraliza la esperanza en la “Inauguración para familias” que tendrá lugar mañana a las 18:00 horas. En ella, los Amigos del Centro Botín (niños a partir de 6 años acompañados de adultos) podrán disfrutar de esta actividad de acceso gratuito previa retirada de entrada: jugarán a buscar diferencias y a apreciar detalles desde la cristalera que mira al mar, un evento que incluye un dulce final creado por el Centro Botín expresamente para la ocasión.