Comienza la colocación de las piezas cerámicas en el Centro Botín
Empieza ya el montaje de uno de los elementos más representativos del Centro Botín: la envolvente cerámica que cubrirá el edificio desde el vientre hasta el techo, y que ha sido proyectada por el arquitecto con el doble objetivo de potenciar la ligereza de los dos volúmenes y de integrarlo en el entorno, reflejando las distintas tonalidades de la luz de la bahía, el cielo y los Jardines de Pereda.
Inspirándose en texturas del mundo natural, el revestimiento de la envolvente estará conformado por 280.000 piezas cerámicas circulares y curvas, cuya dimensión varía para adaptarse a la geometría del edificio. Renzo Piano se refiere a estas piezas circulares de 156 milímetros de diámetro y acabado reflectante como ‘algo semejante a las células de la piel humana, una especie de poros por donde la piel respira’.
Tras sus primeras visitas a Santander, el arquitecto genovés ideó una cobertura exclusiva de cerámica que le permitiera aprovechar estéticamente el reflejo de la luz, captando las diferentes tonalidades que adquiere el cielo y el mar de la ciudad, según los cambios meteorológicos: del azul intenso al verde en días claros; pasando por el gris plomizo en días de tormenta o por el rosado cuando hay viento Sur.
El proceso de selección de la piel del edificio ha sido largo y complejo. En el año 2012 el equipo de diseño liderado por Piano comenzó a investigar qué material podría captar mejor la luz en su superficie. Para ello, Cerámica Cumella fabricó una amplia gama de esmaltes, del brillante al mate, hasta llegar al actual color blanco, un poco satinado, que lucen las piezas. Su curvatura y brillo, además de reflejar adecuadamente luz de la Bahía y de los Jardines, hace vibrar la fachada, logrando que ésta cambie según la hora del día.
Asimismo, el estudio de Renzo Piano analizó el efecto que las piezas producirían sobre la fachada una vez colocadas, llegando incluso a modificar la curvatura de las mismas durante el proceso, en un intento por minimizar la sombra generada sobre el edificio. Finalmente, se fabricaron cinco tamaños distintos de cerámicas circulares, que permiten una adecuación perfecta a la geometría de la envolvente.Íñigo Sáenz de Miera, Director de la Fundación Botín e Íñigo de La Serna, Alcalde de Santander.
Para el desarrollo del revestimiento cerámico completo del Centro se proyectaron una por una sobre un plano las 280.000 piezas, respetando, por un lado, la doble curvatura de la fachada y, por otro, la distancia mínima y máxima entre ellas fijada por el arquitecto con un criterio estético. De esta forma, cada pieza tiene su propia posición en el edificio, cuya coordenada ha sido trasladada digitalmente a la bandeja de la envolvente sobre la que irá atornillada con unos taladros de fijación.
La integración en el entorno y su conexión con el Centro de la ciudad han sido dos aspectos fundamentales en la concepción del proyecto del Centro Botín. Con este objetivo, Renzo Piano ha elevado del suelo los dos volúmenes por medio de pilares, conectando así peatonalmente los Jardines de Pereda con la Bahía y dotando de ligereza al conjunto. La envolvente que cubre el edificio potencia esta integración, permitiendo que la luz sea más difusa debajo de los dos edificios y posibilitando que las superficies curvas se reflejen en el agua.