Cine
El cine español y sus márgenes: otra idea del cine.
28 de junio, 20:00h
La palabra “moderno” muchas veces se utiliza como sinónimo de “contemporáneo” o simplemente “nuevo.” Pero el modernismo, en la crítica de arte, es otra cosa: se refiere específicamente a esas obras que son creadas en diálogo—o incluso en oposición—con las formas de arte que las precedieron, consideradas en muchos casos como arte clásico.
El arte clásico se encuentra adscrito a un sistema de convenciones, prácticas e instituciones que son reconocidas y aceptadas tanto por los artistas como por el público. El arte modernista rompe, subvierte y evita esas convenciones, prácticas e instituciones, proponiendo estrategias y enfoques distintos y, en ocasiones, haciendo una crítica al arte denominado clásico.
Un aspecto esencial del modernismo es la importancia de la figura del artista; la manipulación de convenciones y prácticas nos hace conscientes de su presencia e importancia para la creación de cualquier obra de arte. El arte modernista es un arte consciente de sí mismo.
En el cine, hay dos momentos en los que se hace presente la aparición del impulso modernista: los años veinte, cuando surgen diferentes movimientos artísticos como el surrealismo, constructivismo, futurismo. Estos movimientos tuvieron también su presencia en el cine, dando lugar a algunas obras de gran importancia pero no las suficientes como para poder hablar de un impulso modernista coherente. El segundo momento se produce después de la Segunda Guerra Mundial cuando surgen en el cine “nuevas ondas” inspiradas por el impacto doble de neorrealismo italiano y el film noir americano, que tratan de romper con el pasado y explorar nuevas formas de expresión cinematográfica.
Para complementar la exposición Joan Miró: Esculturas 1928- 1982 en la que se plasma la trayectoria de este artista, alejado de los cánones tradicionales en su proceso creativo y de gran modernidad, tanto para el arte español como para el arte mundial, reunimos unos ejemplos de la tendencia modernista en el cine español. En un momento poco propicio para los experimentos cinematográficos, la mayoría de estas películas fueron realizadas por creadores aislados, alejados de las corrientes establecidas. Con esta pequeña introducción al cine modernista español, se abre una puerta para futuras investigaciones sobre el tema.
Ciclo de cine coordinado por Richard Peña, Director Emérito del New York Film Festival y Profesor de Estudios cinematográficos en la Universidad de Columbia.
El cine como magia: el mundo extraordinario de Segundo de Chomón. 26 de abril:
PRESENTACIÓN DE RICHARD PEÑA
Conocido como “el Méliès español", Segundo de Chomón fue un pionero cuyos ingeniosos efectos especiales y procesos ópticos influyeron en el cine de los años venideros y cuyas contribuciones se pueden encontrar en muchos clásicos del cine mudo. Nacido en Teruel, de Chomón entró en el cine a instancias de su esposa, actriz de profesión. Se trasladó a Barcelona, la capital cinematográfica de España durante la era del cine mudo, donde comenzó a crear obras singulares que empleaban gran cantidad de procesos y efectos, desde plantillas recortadas hasta una meticulosa animación stop-motion. De Chomón fue uno de los primeros exploradores de las posibilidades técnicas que tiene el cine para expresarse. Este programa incluye alguno de sus trabajos más conocidos como The Electric Hotel y Superstition Andalouse.
La vida en sombras, 1949. Lorenzo Llobet Gracia. 10 de mayo:
En 1948, el director Lorenzo Llobet Gracia realizó junto a un grupo de amigos una película fascinante y excéntrica, que sólo un hombre tan obsesionado por el cine podría hacer. La película narra la vida de Carlos, interpretado por Fernando Fernán Gómez. Nacido literalmente mientras sus padres ven un espectáculo de cine en una feria itinerante, Carlos, que siente el cine en sus venas, consigue un trabajo eventual como camarógrafo de noticiarios profesionales pero el estallido de la Guerra Civil trae la tragedia a su vida. Llobet Gracia cambia de estilo a medida que avanza la película, pasando sin aliento de la comedia silenciosa al documental soviético y al melodrama de Hollywood. Las autoridades franquistas negaron la licencia de exhibición pero la obra se conservó y se erige como un pequeño milagro, el increíble testimonio de la supervivencia de la creatividad, incluso en las circunstancias más opresivas.
Tríptico elemental de España. José Val del Omar. 24 de mayo:
José Val del Omar (1904-1982) fue una de las figuras más significativas del cine español de vanguardia. Fue contemporáneo y camarada de Federico García Lorca, Luis Cernuda, María Zambrano y otros creadores cuyas vidas y carreras fueron interrumpidas por la Guerra Civil, la llamada "Generación del 36". Poeta, músico e inventor, Val del Omar quería realizar un cine más allá de las limitaciones de la pantalla, lo que le llevó a desarrollar el concepto de "visión táctil." Su enfoque, al que denominó PLAT—representando un concepto totalizador de arte Picto-Lumínico-Audio-Táctil—fue el principio rector de su obra maestra Tríptico elemental de España, comenzada en 1953 y finalizada después de su muerte. Este programa incluye al completo Tríptico elemental de España: Aguaespejo granadino (1955), Fuego en Castilla (1960) y Acariño galaico (1961).
Contactos, 1970. Paulino Viota. 14 de junio:
Paulino Viota, cineasta autodidacta, ha hecho todas sus películas prácticamente al margen e incluso en contra de la industria cinematográfica española. Aquí crea un largometraje de ficción underground, en el que expone el fracaso de los protagonistas en su intento de conciliar el activismo político con la vida cotidiana, condicionada por la dureza de la realidad socioeconómica. Realizada de forma clandestina, la película se desarrolla en cuatro lugares (tres interiores y uno exterior) y con cinco posiciones fijas para la cámara; sin embargo, el rigor formal del trabajo oculta una situación hirviente que está a punto de explotar. Como dijo una vez Jean-Luc Godard, "Lo que importa no es hacer películas políticas, sino filmar políticamente". Contactos es una de las pocas películas que realmente está a la altura de ese desafío.
Honor de cavalleria, 2006. Albert Serra. 28 de junio:
Ha habido multitud de versiones cinematográficas del Don Quijote de Cervantes; todas ellas son adaptaciones de la novela misma, que expanden, condensan o eliminan escenas de acuerdo con los deseos u objetivos de los realizadores. Pero, ¿qué pasaría si en vez de ver una película de la novela pudiéramos ver una película hecha con una mini cámara digital contemporánea por el eminente Don Quijote y su fiel sirviente Sancho durante su viaje?
Honor de cavalleria, es el primer largometraje de Albert Serra, seguramente el director más creativo que ha surgido de España en este siglo. Su película capta no solo los ritmos de la novela, sino también los ritmos entre estos hombres, los pequeños gestos, miradas y posturas que muestran el corazón de la obra maestra de Cervantes.