El recorrido continúa después por Seven Sliding Doors (siete puertas correderas, 2016). La obra consiste en siete puertas automáticas cubiertas de espejo por ambas caras, e instaladas una detrás de otra, a lo largo de las cuales el visitante camina en un pasillo aparentemente interminable. Las superficies de espejos alteran la percepción del espacio y multiplican hasta el infinito el reflejo de quien lo recorre. En esta tercera versión —la primera se instaló en 2003 en Londres, en Tate Modern y la segunda en 2006 en el Kanazawa Museum of 21st Century Art, Japón— los espejos unidireccionales que cubren los laterales del corredor permiten a los visitantes la visión del exterior, mientras que las personas que se encuentran fuera de la estructura sólo ven su imagen reflejada.

Seven Sliding Doors Corridor (Siete puertas correderas), 2016. Corredor de acero recubierto en polvo, cuatro tipos diferentes de espejo de dos caras, motores eléctricos, mecanismo de la puerta, cableado, vinilo, iluminación fluorescente regulable, detectores de movimiento.
270 x 387 x 1.542 cm. Colección Fundación Botín. ©Attilio Maranzano