Y es un camino de luz en forma de la misma letra. Es decir, un camino luminoso que se divide en dos. Esta es la primera pieza de la exposición y es necesario pasar por ella para seguir disfrutando. Por lo tanto hemos de decidir por qué camino seguir. Podemos ir hacia la derecha o hacia la izquierda y esta decisión nos hará disfrutar de unas obras o de otras. Es lo mismo que nos pasa muchas veces en la vida: hay que elegir.

Carsten Höller quiere que decidamos y por eso ha creado esta escultura. Pero en esta ocasión, tomar un camino u otro no va a ser algo normal porque el espacio es muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Entra, camina, decide según lo que más te apetezca y cuando llegues al final responde a esta pregunta: ¿cómo ha sido tomar esta decisión? Después continúa.