Uno de los elementos característicos del edificio es el pachinko, que debe su nombre a una máquina de pinball japonesa. Se trata de una estructura de plazas y pasarelas de acero y vidrio, que se sitúa a siete metros de altura y cuya función es conectar los volúmenes este y oeste, distribuyendo el flujo de visitantes del edificio.
Además, un trampolín de nueve metros de largo sobrevuela el cantil, en voladizo sobre el mar, y permite al público contemplar la bahía de una forma única y especial. Tras disfrutar de esta experiencia puedes acceder al volumen este del edificio.