EL CENTRO BOTÍN PRESENTA ITINERARIOS XXVII, UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA CONECTAR CON EL ARTE CONTEMPORANEO MÁS RECIENTES
- Itinerarios XXVII supone una oportunidad única para tomar el pulso a las prácticas del arte contemporáneo más recientes a través de las propuestas de Armando Andrade Tudela, Assaf Gruber, Lucía Bayón, alfonso borragán, Seila Fernández Arconada, Gonzalo Elvira, Joan Morey y Ana Santos.
- La muestra podrá visitarse en la primera planta del Centro Botín desde mañana hasta el 16 de abril de 2023.
Mañana sábado abre sus puertas al público una nueva exposición de Itinerarios, la muestra que cada año da a conocer los trabajos de los artistas que reciben una de las Becas de Arte de la Fundación Botín, caracterizadas por su apertura y flexibilidad en la búsqueda del intercambio, la experimentación y la reflexión sobre la práctica artística en relación con debates actuales de la sociedad. Este programa de ayudas se inició en 1993 con el objetivo de apoyar a artistas nacionales e internacionales en sus proyectos de investigación y producción artística, al tiempo que sirve como dinamizador del arte actual. En este sentido, supone una plataforma única para dar a conocer lo más novedoso de la creación contemporánea en un contexto institucional.
En julio de 2019, el jurado compuesto por los artistas María Bleda y Carlos Bunga (previos receptores de una de estas becas), y los comisarios Orlando Britto y María Inés Rodríguez, anunció los artistas seleccionados como beneficiarios de la XXVII edición de las Becas de Arte de la Fundación Botínde entre un total de 428 solicitudes de 42 países diferentes. Estos fueron Armando Andrade Tudela (Lima, Perú, 1975), Assaf Gruber (Jerusalén, Israel, 1980), Lucía Bayón (Madrid, 1994), alfonso borragán (Santander, 1983), Seila Fernández Arconada (Santander, 1986), Gonzalo Elvira (Neuquén, Patagonia Argentina, 1971), Joan Morey (Islas Baleares, 1972) y Ana Santos (Espinho, Portugal, 1982).
Itinerarios XXVII culmina el transcurso de esta beca, reflejando una amplitud de intereses y prácticas artísticas. Cada proyecto expuesto ha de entenderse como un trabajo en sí mismo, como una invitación única para involucrarnos con los lenguajes, espacios y redes que durante los últimos dos años han ido tejiendo los artistas seleccionado. A todos ellos les une el contexto en el que habitamos: sus procesos son permeables a los momentos que vivimos, marcados por crisis económicas, ecológicas y sociales, pero también definidos por la creación de nuevas alianzas y espacios de encuentro para imaginar, colectivamente, otros formatos posibles.
Como es habitual en estas becas, varias de las propuestas contemplaban la realización de viajes para investigar otros contextos, involucrarse con diferentes colectivos, experimentar con nuevos materiales o estudiar en el extranjero. Inevitablemente, sus proyectos estuvieron afectados directamente por la crisis sanitaria que comenzó meses después de la resolución, así como por sus consecuencias globales, viéndose obligados a replantearse sus procesos, materiales y espacios de trabajo. En palabras de María Inés Rodríguez, autora del ensayo que introduce el catálogo: “Lejos de quedarse solamente en la constatación o en hacerse voceros de manifestar una queja colectiva, estos “itinerarios” son portadores de una invitación a la resistencia, una manifestación de la importancia de construir, de forma articulada, interseccional y a la vez flexible, un lenguaje coherente y acorde con los retos de nuestro tiempo”.
Itinerarios XXVII permanecerá abierta al público hasta el 16 de abril de 2023 en la primera planta del Centro Botín, un tiempo este en el que el visitante podrá conectar con las prácticas del arte contemporáneo más recientes.
Itinerarios XXVII – Artistas
ALFONSO BORRAGÁN (Santander, España, 1983)
Halito es un proceso de investigación artística que desemboca en la creación de una película sobre la ingesta, el cultivo, la ritualidad y las poéticas materiales de la sal. Se trata de una intervención performática de la realidad cuyo objetivo no es documentar, sino crear una nueva representación de ésta mediante la narración atemporal de una comunidad que posee el mundo a través de la boca, comiendo su material geológico, que en este caso es la sal. El proceso y el filme se enmarcan dentro de un proyecto más amplio, Litofagos, que se activa a través de acciones colectivas y versa sobre la ingesta ritual de piedras y los efectos de su inscripción en el cuerpo humano. Para el artista: “con la ingestión de piedras absorbemos su información, inscribiendo y transformando nuestra materialidad, los objetos y su culto, resignificando las fronteras de la construcción colectiva y de lo que podría ser una nueva relación entre cuerpos”. El proyecto de borragán reflexiona sobre diferentes modos de ingestión y los procesos de transformación que afectan a los organismos y objetos que los consumen, para reconstruir los límites entre sujetos y cosas, entre materia biológica y no biológica.
alfonso borragán codirige Halito, junto al cineasta Alvaro Sau, en las comunidades de Chijllapata, Tahua y Jaruma, en el altiplano boliviano, especialmente en el Salar de Uyuni o Tunupa, el sedimento de mar seco más alto de la tierra. Tanto el guion como los personajes y el vestuario se construyeron colectivamente y sus habitantes se convirtieron en actores/performers, en un proceso que busca transgredir la cotidianeidad y reimaginar colectivamente un lugar, redefiniendo las fronteras del cuerpo colectivo y resignificando la construcción de lo comunal en un sistema de relaciones corporales y materiales para dar respuesta a las preguntas que se hace borragán: ¿Dónde empieza nuestro cuerpo y empieza el del otro?, ¿cuáles son los límites de la matería biológica?, ¿qué separa lo exógeno de lo endógeno?, ¿puede esta materia inscribirse en nuestros cuerpos?, ¿podemos devenir ella?…
Con Halito se expone Dingua, una pieza en colaboración con Alfonso Borragán formada por el vacío generado a través de las lenguas de las vacas tudancas al lamer la Sal de Uyuni (Bolivia), y que reacciona sobre el nitrato de plata de Potosí a través de la luz ultravioleta y la humedad.
alfonso borragán, artista multidisciplinar, estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y, posteriormente, siguió su formación en el MFA Slade School of Fine Arts en Londres, su actual lugar de residencia. Su trabajo intenta proporcionar un vehículo para una experiencia. Crea situaciones y dispositivos que nacen para ser consumidos y que buscan cambiar de alguna manera la percepción de la realidad, ampliarla o interferir en ella. Estos dispositivos se desarrollan en un nivel simbiótico, intrínsecamente conectado al hombre por una correspondencia que se activa a través de él y desaparece con él. Sus obras se consumen con la experiencia. Ha realizado y compartido sus trabajos en España, Portugal, Alemania, Reino Unido, Suiza, Noruega, Canadá, USA, Colombia o India. Sus últimos proyectos han sido expuestos en el antiguo Born Market, Barcelona; la Fundación Gilverto Alzate, Bogotá; el Instituto Cervantes, Nueva York; Slade School of Fine Arts, Londres, o Khoj, India. Como docente ha impartido clases y talleres en la Swansea Metropolitan, la Universidad de Cantabria, la Universidad de Barcelona, el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) o el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya.
ARMANDO ANDRADE TUDELA (Lima, Perú, 1975)
Armando Andrade Tudela presenta el vídeo La Verdad ha cambiado, el cual continúa con su investigación sobre las complejas correlaciones entre pedagogía, vanguardia, dogma y militancia en la historia reciente de Perú que comenzó en el año 2013 con el proyecto UNSCH/Pikimachay. Para Tudela, el impacto de la pedagogía del centro “sobrepasó los marcos universitarios hasta instalarse como una ideología de producción y recepción del arte contemporáneo en la sociedad peruana”. La Verdad ha cambiado, explora estos vínculos concentrándose en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Católica, donde el artista fue estudiante de arte durante los años 90. La película nace de una serie de fotomontajes donde el artista intercaló fotografías provenientes del archivo de esta facultad con imágenes de la vida estudiantil en la Facultad de Artes de la PUCP, ligadas a actividades y celebraciones extra-pedagógicas, como los llamados “bautizos” de bienvenida a los nuevos estudiantes (rituales de iniciación donde se desposee el cuerpo, desde el sometimiento, y en el que el nuevo alumno toma conciencia de que su identidad le pertenece a otro enclave). A partir de este guion visual, cuatro actores (Julie Kieffer, Franck Lestard, Morgane Roumegoux y Bruno Silva) interpretaron de mutuo acuerdo roles de dominio y sometimiento, ruptura y restablecimiento.
Armando Andrade Tudela realizó sus estudios en la Facultad de Arte de la PUCP en Lima, el Royal College of Arts de Londres y la Jan Van Eyck Academie en Maastricht. En el 2008 fue premiado con la prestigiosa beca DAAD- Berliner Kunstlerprogramm. Su práctica explora las intersecciones entre la política, las bellas artes y la cultura popular, abarcando diferentes disciplinas como la fotografía, el vídeo, la escultura o la instalación. Ha realizado exposiciones en el Crac Alsace, la galería Massimo Minini, el Museo Rufino Tamayo de la ciudad de México y el CA2M Centro de Arte Dos de Mayo en Madrid. Su obra se encuentra en importantes colecciones como la del MOMA (Nueva York), el Centre Georges Pompidou (París), el MACBA (Barcelona), el Museo Reina Sofía (Madrid), la Tate Gallery (Londres) o el Museo Guggenheim (Nueva York).
JOAN MOREY (Mallorca, España, 1972)
¿Se configura igual una comunidad de fe que una comunidad de usuarios?, ¿cómo persiste el sentimiento comunitario frente al cuerpo simbólico?, ¿de qué modo el cuerpo continúa activando mecanismos de veneración?, ¿cuál es la función de los relicarios católicos en la actualidad?, ¿no son las pantallas de nuestros smartphones los relicarios del s. XXI?, ¿tiene el mismo impacto un cuerpo-objeto que un cuerpo-imagen? El proyecto LA INFLUYENTE, de Joan Morey, parte de las reliquias de Santa Teresa de Jesús para analizar la influencia que puede causar un cuerpo a través de dispositivos premodernos y tecnológicos, y su capacidad para formar comunidades de fe o de usuarios hiperconectados. El resultado es una performance expandida para pantallas (como dispositivos espectrales) y cuerpos (como imagen), que investiga una resignificación alegórica de la fragmentación y dispersión del cuerpo de Santa Teresa y los relicarios para poner en diálogo a comunidades de fe de carácter religioso o no. Un proceso de investigación y creación artística sobre los mecanismos de conversión del cuerpo en capital simbólico, elemento especulativo y producto de veneración.
El políptico de vídeo muestra la performance protagonizada por Candela Capitán como T€R€$A. Las vitrinas contienen documentos de trabajo, fotografías de documentación, vestigios de la performance y elementos relacionados con la investigación y la articulación del proyecto.
Joan Morey es licenciado y DEA en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, ciudad donde reside. Su práctica artística se desarrolla a través de diferentes medios y soportes. En su práctica artística explora el lenguaje de la performance para generar acontecimientos, puestas en escena o intervenciones específicas en las que uno o varios intérpretes se someten a un rígido sistema de instrucciones o normas, que el espectador extrapola a su vida cotidiana, y al papel que las estructuras de poder y la micropolítica ejercen en nuestras vidas. A finales de los noventa, Morey creó la marca STP (Soy tu puta), con la que presentaba sus performances y en las que mezclaba el arte, la moda y la publicidad para hablar de problemas relacionados con el sometimiento de la práctica artística a la influencia de los poderes institucionales, las estructuras de poder y el mercado. Morey ha llevado su obra a la Bienal de Venecia en sus ediciones número 49 y 50, ha expuesto en espacios como las Salas de Cultura de Sa Nostra (Mallorca e Ibiza), el Australian Centre for Photography (Sídney) y la Galería Luis Adelantado (Valencia), y ha recibido, entre otros, el Premio al Fotógrafo Revelación PhotoEspaña 2004.
GONZALO ELVIRA (Patagonia, Argentina, 1971)
Los primeros fríos es el proyecto de Gonzalo Elvira, una microhistoria dentro de un atlas de investigación mucho más grande que el artista está desarrollando para esclarecer algunos agujeros negros de la historia. Este capítulo, Los primeros fríos, gira en torno a la escultura de Miquel Blay i Fabregas (Olot) de mismo nombre, cuyo original se encuentra en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña), y su copia, del mismo escultor, en el Jardín Botánico Carlos Thays de la ciudad de Buenos Aires. Este grupo escultórico, compuesto por un anciano y una niña, fue testigo presencial de la manifestación del 1º de mayo de 1909 en la antigua Plaza Lorea, que desencadenó la Semana Roja en Buenos Aires y donde fueron asesinados un número indefinido de trabajadores por la represión policial. La escultura recibió en aquella manifestación seis impactos de bala, cuatro en la espalda del hombre y dos en la de la niña.
Los dibujos expuestos han sido realizados a partir de dos técnicas: puntos y líneas en tinta que permiten al artista acercar a la trama o grano de las fotografías-documentos, tratando de reescribir o grabar esas imágenes en el papel y desplegar este libro ensayo dibujado. En las vitrinas encontraremos mezclados una serie de documentos históricos, bibliografía y dibujos, creando una constelación a partir del grupo escultórico Los Primeros Fríos.
Gonzalo Elvira se formó en la Escuela de Artes Visuales Antonio Berni de Argentina y comenzó su trayectoria expositiva en el año 1993. Vive y trabaja en Barcelona desde el año 2000, donde compagina su faceta artística con su labor educativa y pedagógica en el estudio Obra Door, que él mismo dirige en el barrio de Gracia. Sus trabajos se desarrollan en forma de series, que son recuperadas en momentos puntuales, y que guardan relación temática y complementaria entre ellas. Elvira ha expuesto en numerosos centros de arte y galerías de Europa y América, de manera individual (Parque de la Memoria, Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado y CEDINCI, Centro de Investigación de la Cultura de Izquierdas, ambos en Buenos Aires; La Virreina, Centro de la Imagen, en Barcelona; o el Museo Juan Sánchez, en Patagonia), y colectiva (MACBA y la Fundación Vila Casas, en Barcelona; Azkuna Zentroa, en Bilbao, CAB en Burgos o la Fundación Alon en Buenos Aires). Sus obras pueden verse también en diversas colecciones públicas y privadas, como la del MUSAC, la Fundación DKV o el Museo Martín Almagro en España, el Museo Juan Sánchez o la Colección José Luis Lorenzo en Argentina, la Colección Paula Acevedo en Brasil o la Colección Mauricio Kassim en Colombia, entre otras.
ASSAF GRUBER (Jerusalén, 1980)
La obra de Assaf Gruber, desarrollada en el contexto de la Beca de Arte de la Fundación Botín, es el resultado de su constante investigación del modo en que la política se entrelaza con el arte y sus instituciones, y pone de manifiesto las historias humanas y los cambiantes valores ideológicos que se esconden en la «trastienda» de las instituciones culturales. En esta ocasión, la principal «protagonista» de la labor de investigación artística de Gruber es la colección de arte de vanguardia de Egidio Marzona, que abarca cerca de un millón y medio de piezas, entre las que se cuentan algunas de las obras más canónicas del siglo xx, firmadas por artistas como Man Ray, Marcel Duchamp y El Lissitzky.
Recientemente, parte de la colección de Marzona y todo su archivo fueron donados a las Staatliche Kunstsammlungen Dresden (SKD) y se han convertido en el Archivo de las Vanguardias (AdA). Las SKD son un complejo de 15 museos caracterizado por su fastuosa arquitectura barroca y sus objetos procedentes de todo el mundo, con una presencia histórica monárquica única, ya que su centro neurálgico —la Bóveda Verde [Grünes Gewölbe]— es el primer museo abierto al gran público en Europa, allá por el siglo xviii, para mostrar la riqueza y el poder de Augusto II el Fuerte, Rey de Polonia y Elector de Sajonia.
En Itinerarios xxvii, Gruber presenta dos obras que surgieron durante la producción del filme Transient Witness (Testigo pasajero), un ensayo que fusiona y, a la vez, esconde lo íntimo de lo público en una historia en la que los actos de coleccionar y apropiarse de algo operan como sinónimos, y en la que la herencia y la pérdida se enfrentan.
La escultura Präsens (Presente) combina, de forma abstracta, los rasgos comunes y las inevitables diferencias del barroco y la vanguardia que coexisten en las colecciones de las SKD. Su inspiración inicial es la destacada aparición de raros corales rojos en la colección de la Bóveda Verde. El objeto de coral rojo más famoso es la estatua de la ninfa griega Dafne, realizada por el platero Abraham Jamnitzer a finales de la década de 1580. En la actualidad, la base de datos digital central de las SKD lleva su nombre. La parte inferior de la escultura de Gruber, de bronce plateado, reproduce los corales: criaturas vivas que han sido esquilmadas durante siglos tan solo para convertirse en valiosos objetos de lujo y simbolizar el poder económico y político. La parte superior de Präsens, de madera pintada, tiene la forma de la célebre hoz soviética, que fue el símbolo de los bolcheviques y el emblema de la Unión Soviética, utilizada en numerosas obras de arte de vanguardia a comienzos del siglo xx por artistas tales como El Lissitzky
La serie fotográfica Movement (Movimiento), realizada en el interior de la Bóveda Verde con una selección de fotografías del Archivo de las Vanguardias (AdA), contrapone estampas de manifestaciones y protestas de izquierdas con auténticos corales de la Bóveda Verde. Las fotos, tomadas en Alemania Occidental en la época del Muro de Berlín, documentan la solidaridad con el Este y la resistencia al mundo occidental. En la pieza de Gruber, las fotos y los corales cambian de lugar, a veces ocupando el centro de atención y otras veces pasando a un segundo plano, si bien mantienen siempre un diálogo entre sí: un movimiento que encarna los paradójicos significados, las sombras y las cicatrices que existen tanto dentro como fuera de los archivos y colecciones.
Assaf Gruber es escultor y cineasta y vive y trabaja en Berlín. Tanto sus obras como sus instalaciones, basadas en el tiempo, se centran en la forma en que las ideologías políticas de los individuos se entrelazan con las historias personales y la forma en que crean relaciones sociales dentro de las esferas pública y privada. Gruber se graduó en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París y en el Instituto Superior de Bellas Artes (HISK) de Gante. Ha realizado exposiciones individuales en el Museo de Arte de Łódź (2015), el Museo de Historia Natural de Berlín (2018), The Berlinische Galerie (2018) o el Centro de Arte Contemporáneo Castillo U-jazdowki de Varsovia (2018), entre otras instituciones. Sus películas se han presentado en festivales como la Berlinale (2016) y el FID Marseille (2019).
SEILA FERNÁNDEZ ARCONADA (Santander, España, 1986)
El proyecto artístico Estudio Flotante, cuando el río suena a Amazonas, de Seila Fernández Arconada, se inspira en la relación entre el ser humano y el agua; partiendo del río Amazonas, la reserva de agua dulce más importante del planeta, propone una expedición artística colectiva enmarcada en el curso del río, desde su nacimiento en Perú hasta su desembocadura en Brasil, donde los barcos de carga y de pasajeros que lo recorren, así como los territorios aledaños, se convierten en “estudios flotantes”, espacios compartidos, lugares de interacción, creación e investigación científica, artística y comunitaria.
Este proyecto abordael proceso como un medio de investigación ecosocial basado en el intercambio, donde la colaboración y participación fomentan la reflexión y las formas de creación artística en un diálogo de saberes con el territorio, abordando el arte como un proceso de investigación grupal, permeable, adaptable y resiliente para plantear preguntas sobre coexistencias sostenibles. A través de la utilización de diferentes recursos se construye una narrativa, íntima y sensorial, a veces visible y otras conservada en los lugares donde sucedió. El proyecto parte de un blog que actúa como un libro de artista, una bitácora de viaje en la que cada entrada es un capítulo del proyecto, que refleja y comparte el proceso, tanto a nivel conceptual como vivencial.
Seila Fernández Arconada es artista e investigadora multidisciplinar. Su práctica parte de incertidumbres ecosociales contemporáneas, producto de tensiones ocasionadas por relaciones extractivas con la naturaleza. Los cuerpos de agua son elementos muy importantes en su trabajo, vinculados a temas como el cambio climático, la resiliencia colectiva, los territorios en conflicto, la decolonialidad y las ruralidades. Su obra se caracteriza por sus metodologías situadas en los territorios, guiadas por un enfoque multisensorial que se centra en el proceso como medio de investigación basado en el intercambio, y donde la colaboración con otros saberes inspira reflexiones y formas artísticas, tejiendo relaciones locales más allá de lo tangible y buscando atravesar las fronteras temporales del proyecto y sus resultados. Las metodologías de investigación participativa y colaborativa, junto con profesionales de otras disciplinas y miembros de comunidades, son una parte importante de su práctica. Fernández Arconada ha co-dirigido The Land of the Summer People con el Departamento de Ingeniería del Agua de la Universidad de Bristol y personas afectadas por las inundaciones en Somerset (Reino Unido); y Afluents, como parte del programa Collaborative Arts Partnership Programme en ACVic (España). Ha participado en Colombia BioResilience: Biodiversity resilience and ecosystem services in post-conflict socio-ecological systems in Colombia en el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (Colombia) y realizado numerosas exposiciones, talleres e intervenciones entre las que se destacan: Migration, Identity and Belonging (Mauricio), Role Models (Ucrania) y Wonder, Wander (Jordania), entre otras.
LUCÍA BAYÓN (Madrid, España, 1994)
El proceso de Bayón se centra en la búsqueda de nuevas materialidades para sus obras escultóricas mediante la exploración, recuperación y actualización de prácticas cotidianas de conservación y preservación, extendiendo su contexto y producción manual a la utilización de ciertos procesos industriales. La artista también trata de ahondar en procesos de circularidad y transformación gradual, en los que los materiales se “maceran”, siendo más sensibles al tiempo, al espacio, al contexto y a la lógica interna dictada por las sustancias.
El cuerpo de trabajo presente responde a la experimentación con pulpa vegetal proveniente de prendas de algodón recolectadas e intervenidas, realizando una decantación y posterior solidificación con desplazamientos hacia otras materialidades e iteraciones en el espacio. Estas constelaciones escultóricas son el resultado de un proceso de insistencia y réplica de gestos formales para abrir las posibilidades de un patrón. Un patrón (de vestimenta, de conducta) que ha sido remodelado atendiendo a las transiciones entre lo plano y lo volumétrico, o a la inclinación recíproca que se da entre dos cuerpos con disposición a un encuentro. Éste encuentro puede darse a la altura del ojo o del tobillo, explorando la abertura o la montura que conduce a ella. Según la propia artista, “es amasando lodos, conglomerados de pulpa húmeda y resbaladiza, incluso palabras, que las sustancias se endurecen y aumentan su presencia, toman forma”.
Lucía Bayón trabaja desde la escultura y el lenguaje, explorando el espacio de activación que se puede establecer como puente entre ambos. Su trabajo interdisciplinario suele materializarse en instalaciones escultóricas, donde se visibilizan estrategias que en ocasiones remiten al hecho arqueológico o a procesos de mantenimiento y preservación. Las esculturas están realizadas con materiales como arcilla, yeso, fibras vegetales -papel, algodón- que guardan la memoria de sus usos históricos, de transporte, dispersión y mercadería, sugiriendo narrativas posteriores que muchas veces se manifiestan de forma intermedia, transitoria o precaria. La artista concibe los diferentes elementos de su obra -lenguaje y objeto- como dispositivos retóricos que transmiten distintos niveles de legibilidad. Lucía Bayón es graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y la Universität der Künste en Berlín y cursó un MFA en el Piet Zwart Institute de Róterdam. Ha sido premiada en los certámenes de Generaciones (Fundación Montemadrid, 2020) y Circuitos de Artes Plásticas (Madrid, 2020) y ha sido residente en el CRA Matadero (Madrid, 2022). Su trabajo se ha mostrado ampliamente a través de espacios de proyectos, galerías e instituciones de Europa y España, donde ha realizado su primera exposición en solitario (Intersticio, Madrid, 2022). Es cofundadora del proyecto itinerante DIGESTIVO: una iniciativa curatorial donde se combina la muestra del trabajo de varios artistas y la exploración en torno a la fermentación, el hospedaje y lo culinario.
ANA SANTOS (Aveiro, Portugal, 1982)
La obra de Ana Santos resulta de una interpretación libre y personal de la producción de objetos en su relación con el espacio, descubriendo la voluntad de ser de los materiales de trabajo. Mediante esta experiencia fenomenológica, cargada de poesía en la búsqueda incesante de los materiales, Ana Santos revela un mundo cromático y táctil, marcado por referencias industriales y urbanas. Durante el desarrollo de su proyecto para esta muestra, Santos experimentó con nuevos materiales y técnicas, enfatizando el predominio del color y el tratamiento de la superficie de las esculturas que presenta. La artista yuxtapone piezas tubulares de acero inoxidable con materiales y objetos ligeros, permitiendo que colores no congénitos a ciertos objetos permeen superficies reflectantes, como la fibra de vidrio, el metal o los hilos de poliéster. Las piezas son de gran precisión arquitectónica y de verticalidad acentuada, como columnas que se dibujan en el espacio y nos invitan a rodearlas.
En palabras de la artista, “una figura se alza ante nosotros: su presencia en el espacio está organizada en torno a un eje vertical. La figura nos invita a rodearla. Nos acercamos y comenzamos a observar: se trata de una figura más bien sobria, cuyos ropajes y alargadas proporciones nos recuerdan una columna jónica. El auriga luce una larga túnica que desciende hasta los tobillos. El dobladillo corta en línea recta los pliegues, formados con precisión arquitectónica. Las ondulaciones verticales de la parte inferior de la túnica acentúan la verticalidad de esta figura autónoma. Bajo sus vestiduras, la firme posición de los pies soporta una delicada torsión del cuerpo.”
Ana Santos vive y trabaja en Lisboa, Portugal. Es graduada en Artes Visuales por la Facultad de Bellas Artes de Oporto y Maestría en Cultura Contemporánea y Nuevas Tecnologías por la Universidad Nova de Lisboa. Se formó también en la Academia de Bellas Artes de Karlsruhe (Alemania) y fue residente en el ISCP de Nueva York. En el año 2014 ganó el premio EDP. Entre sus exposiciones encontramos varias realizadas en la Galería The Goma, Madrid (2020, 2018, 2015, 2013); en MAAT, Lisboa (2020, 2019); en el Museu da Marina, Lisboa (2018) o en Chiado 8 – Arte Contemporânea, Lisboa (2010). Su trabajo se encuentra presente en la Colección Serralves.
Becas de Arte de la Fundación Botín
El ciclo expositivo Itinerarios es el resultado del trabajo desarrollado por los artistas durante el periodo de disfrute de las Becas de Arte de la Fundación Botín, unas investigaciones que año tras año quedan plasmadas en un catálogo a modo de expositor de los distintos proyectos. Este programa de Becas impulsa la formación, la investigación y el desarrollo de proyectos de creadores internacionales. Desde sus inicios en 1993, ha servido para descubrir y apoyar la carrera de cientos de artistas, algunos de los cuales gozan ya de gran reconocimiento.