Esta sala representa los años más fructíferos de su vida, su plenitud artística.

A estas alturas de su vida contaba con el reconocimiento artístico de los museos más importantes de Europa y Estados Unidos.

En esta sala puedes apreciar un lenguaje claro y propio. Lo que se denominó Informalismo. Movimiento estético que surge de la abstracción no geométrica también conocido como pintura gestual o tachismo.

Cataloga sus obras con números a excepción de aquellas temáticas que le atrapan poderosamente y sobre las que trabaja con mucha intensidad. En este caso pinta series, como si quisiera cultivar dichas temáticas, desarrollarlas o enriquecerlas para mostrarnos sus ideas de manera intensa y poética.
En este periodo muere su padre por lo que Millares pasa momentos muy difíciles y el Manolo triste y reivindicativo aflora más que nunca.

“Mi arte es una bofetada a la muerte para justificar la vida”.

Describe así la utilización de los colores en las obras que te rodean ahora mismo: “Sigue dominante el negro, pero de él brota ahora un rojo vivo, como una esperanza vital sobre la denominada muerte”.

Y describe así aquello que pinta, más libre que nunca:

“No me asusto si digo que mucho de lo que hago escapa a mi entendimiento.
Y no me asusto porque, en rigor, no siento la necesidad de entender todo lo que pinto (…) actúo con toda la libertad del mundo deliciosamente extraño, desconcertante”.

Todo esto son los porqués de su obra, pero lo importante es lo que te transmitan a ti. Prueba a estar dos minutos frente a una de ellas y descubrirás muchas más cosas.