Ignacio Uriarte
Krefeld, Alemania, 1972
IGNACIO URIARTE
Krefeld, Alemania, 1972
The Kingdom, 2013
Rotulador permanente sobre papel
9 dibujos: 61.5 × 87.5 × 4 cm c.u. (con marco)
Antes de optar por dedicarse de lleno a la creación artística, Ignacio Uriarte estudió Administración de Empresas y trabajó en varias corporaciones, donde observó los rituales de la vida de la oficina hasta sus más insignificantes detalles, y cómo se organiza el trabajo empresarial para ejemplificar eficiencia racional. En efecto, desde el uso que hace del espacio a su adopción de la estética minimalista de la modernidad, la oficina contemporánea es símbolo de una economía que se ha desplazado de la producción industrial a la provisión de servicios y que ha intentado trasladar los principios del fordismo desde la fábrica hasta el lugar posindustrial de trabajo. Ya a comienzos de los sesenta, artistas norteamericanos como Dan Flavin o Richard Artschwager se apropiaron de los códigos de esta idea, moderna por antonomasia, que no es ajena a la emergencia en arquitectura de lo que dio en llamarse International Style.
Pero si Flavin centró su interés en el tubo fluorescente y Artschwager en la madera laminada, Uriarte eligió el papel A4, el bolígrafo negro, rojo, verde y azul, el lápiz, o el rotulador. Más allá de esos arquetipos de la actividad oficinista, lo que Uriarte explora en su trabajo son los gestos y límites de un modelo que se ha mostrado incapaz de asumir las necesidades de los individuos, la dinámica de grupo o la satisfacción profesional como claves para reforzar la productividad. Su práctica incide, por consiguiente, en unas tareas repetitivas, serializadas, que se materializan en un corpus de obra plasmado principalmente en forma de serie. No obstante, resulta curioso constatar que esa representación del trabajo en la oficina refleja asimismo el extraordinario cambio registrado en los últimos años, con la incorporación de la pantalla de ordenador y la comunicación electrónica a los materiales y al propio trabajo del artista. En consecuencia, desde un punto de vista formal, se diría que la práctica de Uriarte ha perdido su sincronía con el lugar de trabajo contemporáneo para acercarse a la estética del arte conceptual, a la obra, entre otros artistas, de Sol LeWitt o Hanne Darboven. Esta serie de nueve dibujos sobre papel A1 (que equivale a ocho hojas de A4) crea un conjunto de cuadrículas que plantean una reflexión sobre la imposibilidad que el ser humano tiene de llevar a cabo con absoluta perfección cualquier tarea.
Ignacio Uriarte
Krefeld, Alemania, 1972
Centro Botín
Muelle de Albareda s/n,
Jardines de Pereda
Si necesitas información o deseas hacernos llegar tus sugerencias, ponte en contacto con nosotros a través del siguiente formulario. Gracias.
Este sitio web utiliza cookies y, por lo tanto, recopila información sobre tu visita para mejorar nuestra web mediante el análisis y para mostrarte contenido relevante. Consulta nuestra Política de cookies para obtener más detalles o cambia la configuración si lo deseas
A continuación, puede elegir qué tipo de cookies permite en este sitio web.Haga clic en el botón "Guardar configuración de cookies" para aplicar su elección.
Este contenido está bloqueado. Acepte cookies dentro de la categoría '%CC%' para ver este contenido.