¿Qué diferencia observáis entre este espacio y el resto de la exposición? Además de las vistas a la bahía, el gran cambio es el color. Miró comenzó a pintar las esculturas de los mismos colores que pintaba los lienzos o dibujos después de que su amigo Giacometti, que también era escultor, le preguntase el porqué de no pintarlas. Miró era un pintor muy conocido en el mundo entre otras cosas por los colores de sus obras y a Giacometti le sorprendía que en las esculturas no los usase. Miró pensó sobre esto y tras reflexionar, decidió que Giacometti tenía razón así que comenzó a dar acabados de color a las esculturas. Era el año 1967, Miró tenía 75 años.
Centro Botín
Muelle de Albareda s/n,
Jardines de Pereda
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